“Al venir perdí un día de trabajo, pero si no vengo puedo perder mucho más”, explicó un manifestante, que llevaba a uno de sus hijos en cada mano. 

Desde media mañana los accesos a la capital comenzaron a cargarse con los tradicionales micros escolares, pintados de naranja y blanco, que llevaban militantes del conurbano a las inmediaciones de la Plaza de Mayo. Cerca de las once ya ocupaban prácticamente todo el largo del carril derecho de la avenida Lugones. Algo similar ocurría en la autopista La Plata-Buenos Aires y en la 25 de Mayo. Los del interior, en general, habían llegado al amanecer o en el transcurso de la noche anterior. La plaza, por su composición social y por la muchedumbre, siempre difícil de calcular a ojo, estuvo a la altura de un 24 de marzo muy concurrido, sólo superada en los últimos años por la masividad de la convocatoria contra el dos por uno de una Corte muy similar a ésta, allá por 2017.

En sintonía con las palabras posteriores de Cristina Fernández de Kirchner, los rostros no transmitían enojo ni sed de venganza. Por el contrario, había un dejo de alegría, por algo que un manifestante definió como “el fin de dieciocho meses de letargo”. Estuvieron todos: las organizaciones tradicionales del kirchnerismo como Unidos y Organizados, Kolina y Peronismo Militante, con La Cámpora a la cabeza y la columna de Patria Grande de Juan Grabois. La columna del Movimiento Derecho al Futuro que lidera Axel Kicillof  llegó encabezada por el gobernador, acompañado por los intendentes de la región capital platense Mario Secco, Fabián Cagliardi y Julio Alak, y por el intendente de La Matanza Fernando Espinoza y la vicegobernadora Verónica Magario. Tampoco faltaron otros intendentes del conurbano como Jorge Ferraresi, de Avellaneda, que ya había piloteado una columna que caminó desde Avellaneda a la casa de CFK, en San José 1111. 

En cada columna se notó el compromiso de movilizar. Hubo una gran presencia sindical, que dejó muy expuesta a la conducción de la CGT, y también de movimientos sociales. En el caso de la Provincia fue notoria la presencia del Suteba, el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires, y de las dos vertientes de la Central de Trabajadores Argentinos. 

"Se consolidó el lawfare en la Argentina", dijo el secretario del Suteba y dirigente de la CTA Roberto Baradel sobre la condena contra Cristina.

Las organizaciones de izquierda, como los 24 de marzo, ingresaron a la plaza por Diagonal Norte. También hubo mucha gente suelta, con banderas argentinas o con remeras con el rostro de Cristina. Solos, en pequeños grupos o en familia. 

"Estamos frente a una condena absolutamente injusta, fuera de la ley y con un procedimiento judicial totalmente trucho contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner", dijo Kicillof al llegar a Plaza de Mayo. "Es también una amenaza, un intento de disciplinamiento al campo popular, a la dirigencia y a los sindicatos, que no podemos permitir."

Añadió el gobernador: "Hoy estamos donde tenemos que estar. En la calle, en una manifestación pacífica para denunciar la violencia y la persecución".

En un posteo por la tarde escribió Kicillof: "La condena a @CFKArgentina es un golpe de autoritarismo que se expresa en un procedimiento judicial absolutamente injusto y fuera de la ley. Esto es lo que pasa en la Argentina de Milei. Una Argentina donde se encarcela y se persigue al que piensa distinto".

El gobernador cuestionó la destrucción industrial, la baja de salarios y jubilaciones y el endeudamiento.

Como se informa aparte en la nota de María Belén Robledo de esta misma edición, Kicillof fue consultado por el escenario electoral, que en la Provincia arranca con legislativas bonaerenses a distintos niveles el 7 de septiembre. Reivindicó la posibilidad de construir dentro del peronismo y aliados lo que llamó "lista conjunta de todos los sectores". 

Por la noche el presidente del Partido Justicialista bonaerense, el diputado nacional Máximo Kirchner, fue interrogado por Daniela Ballester y Julián Guarino sobre el mismo tema. 

 

 

"Primero, que vayan muchos votar, pero que voten", dijo Máximo. "Un 60 o 70 por ciento. Y después, que nos voten a nosotros."

En relación con una candidatura suya en la Provincia respondió: "Cuando uno tiene conducción, como en mi caso, está preparado para asumir los roles que correspondan. Pero hace mucho tiempo dije que no hay apellidos milagrosos. Sí hay que representar los intereses de la mayoría, y eso significa ponerle límites a un sector muy chiquito de poder. Pero ese sector chiquitito justamente lo que no quiere es que le pongan ningún tipo de límites, y por eso lanza movimientos ofensivos".

Las fechas están cerca. Para las elecciones provinciales de senadores o diputados, según la sección, y de concejales y consejeros escolares, las alianzas pueden inscribirse hasta el 9 de julio. Y las candidaturas tienen que están listas como máximo el 19 de julio. Falta sólo un mes para la fecha más lejana de las dos. Antes de la condena de la Corte Suprema CFK había anunciado en público su postulación a diputada nacional por la Tercera Sección electoral, que incluye entre otros distritos a La Matanza, Avellaneda, Lanús y Quilmes. De las ocho secciones electorales, la Tercera es la que históricamente le dio más alegrías al peronismo. 

Entre los intendentes, Mario Secco, también de la Tercera, suspendió la discusión del tema por un día. "Proscriben a Cristina, la persiguen judicial y mediáticamente", escribió en X. "Buscan desactivar las marchas de apoyo. Pero el sol no se tapa con las manos. Mientras más la atacan, más se despierta el pueblo."

La intendenta de Quilmes Mayra Mendoza posteó que "el pueblo va a volver a ser gobierno porque este modelo no se sostiene por la indignidad a la que arroja a las grandes mayorías". Agregó que "el pueblo va a volver porque los pueblos, como nos recordó Cristina hoy en la Plaza, siempre vuelven".